jueves, 14 de julio de 2011

El lenguaje en el cine
El plano está delimitado por el encuadre y tiene relación directa con lo que se observa en la pantalla.
Los distintos tipos de planos permiten construir significados. A continuación te presentamos una breve descripción de algunos de ellos:
PLANO GENERAL: Abarca todos los elementos de una escena. Si se trata de una persona o un grupo de ellas, nos permitirá verlas  enteras, inmersos en el contexto en el que interactúan. En nuestro caso, el  salón de 5° 1°.
PLANO MEDIO: Muestra el cuerpo a partir de la cintura. A modo de ejemplo, podemos ver a nuestro compañero Erik Gundel.
PLANO DETALLE Enfatiza elementos concretos, destaca elementos pequeños que con otro tipo de plano pasarían desapercibidos. En este caso, la lapicera ubicada sobre el banco.
PLANO AMERICANO: Muestra la figura humana hasta las rodillas.  Su uso se popularizó en la época dorada de los westerns norteamericanos, pues este tipo de plano era ideal en los duelos, ya que  permitía ver las pistolas colgadas en la cintura que llevaban los protagonistas y las expresiones de sus rostros.

PRIMER PLANO: Se puede ver claramente el rostro. La fotografía es tomada hasta la altura de los hombros. Implica cierto grado de intimidad y confidencialidad, así que con su uso podemos transmitir emociones más intensas que con los demás tipos de planos.


PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO: Transmite incluso más intimidad y confidencialidad que el primer plano. En este caso, se utiliza para resaltar el ojo de Erik.
PLANO HOLANDÉS: acentúa los encuadres raros, por ejemplo en diagonal. Se utiliza para causar un efecto en el espectador y predomina en las películas de terror y en las de ciencia ficción.
Plano subjetivo: En este plano los ojos del personaje adoptan la visión de la cámara. Siguiendo los ejemplos, pareciera que Erik está por ingresar al salón.



 En conclusión, cuando miramos una película o realizamos  un fotomontaje o cortometraje, debemos prestar atención al lenguaje de planos para profundizar la interpretación y la producción.

jueves, 7 de julio de 2011

La vida en la calle...



Me llamo Juan, no aparento más de siete u ocho años, mi papá falleció por una enfermedad y mi mamá me abandonó. No tengo lugar fijo dónde vivir, deambulo todos los días por las calles de mi ciudad, aunque suelo pasear por Constitución, en Bs As. Visto un pantaloncito muy manchado que me regaló un pobre anciano, demasiado grande para mí, atado a la cintura con un hilo, una remera veraniega, bastante rota, bajo la cual coloqué papel de diario por el frío. Mi calzado está descosido y permite ver los sucios deditos de mis pies.

Soy físicamente muy pequeño, tengo hambre, pero eso es normal, porque siempre tengo hambre, a cada día y a cada hora. Pero lo que me preocupa es el dolor en el pecho y la tos que siento hace ya más de varios meses y no sé por qué.

Mi sueño es encontrar a mi mamá, hace mucho tiempo que no la veo. La extraño, estoy seguro de  que si ella y nadie más que ella estuviera acá, me quitaría el dolor y la tos solamente con un fuerte abrazo.

A cada hora, camino hacia la plaza abandonada, donde están los basurales. Allá siempre algún vagabundo me deja un poco de su comida y de día los cirujas me dan alguna moneda, por ayudarles a buscar vidrio y cartón.

Todos los días le pido a Dios que me ayude para que pueda salir de este infierno, que mi mamá venga a buscarme y me lleve a un lugar donde pueda tener un abrigo y un plato de comida. Pienso que ella la está pasando mal, ya que su vida tampoco debe haber sido  muy fácil, por eso creo que me abandonó.

Hace tiempo, tengo un amigo, se llama José, hace mucho que no lo veo. Él trabaja en un puesto de panchos,  en una placita de Constitución. Para mí, le caigo bien, ya que es muy generoso conmigo. Cuando lo veo, el dolor en el pecho y la tos se van rápidamente…
La última vez que fui a visitarlo, tuve una discusión con unos pibes, no eran más de tres. Y por eso fue que me alejé, para  evitar problemas.

PASÓ EL TIEMPO Y TODO CAMBIÓ…

Dejé pasar el tiempo y regresé; pensé que,  por cómo era José, estaría preocupado por mí y me andaría buscando. Pero al llegar a la placita, una sorpresa me llevé,  él no estaba. Entonces empecé a preguntarle a la gente de la zona si sabían algo. Así fue que me dijeron que había estado muy enfermo y que poco tiempo después de estar internado en el hospital, había fallecido

Al escuchar la noticia , me sentí muy triste, porque no tuve tiempo de agradecerle todo lo que había hecho por mí , ya que más que un amigo, era un papá. Porque para un pibe de la calle, las cosas son así, al estar solo, sin familia, tu amigo, de a poco se va convirtiendo en algo más.
Él me había enseñado muchas cosas y entre ellas a que nunca debía perder  las esperanzas de encontrar a mi mamá.

Así que empecé a buscarla , pegando folletos en todas las paredes de la ciudad, con mi nombre y el lugar donde solía estar siempre, para que en caso de que alguien supiera algo, me localizara y me informara.

Y así fue que la encontré, ella volvía de su trabajo, según me comentó, y al ver en una pared el folleto con mi nombre, corrió rápidamente hacia la placita de Constitución y ahí estaba yo.
Al verla me dio mucha alegría y empecé a llorar. Me dijo que hacía bastante tiempo que me estaba buscando y pidiéndome perdón por haberme abandonado, me prometió que me iba a cuidar y que nunca más me faltaría nada… Y así  fue.
Cuento escrito por Gino Pirola
Quinto- Cuarta