Divina caída
Relato fantástico escrito por: FERRETJANS, CORTONDO,
BORDA, ACEVEDO, CORDILLO
Llegaba
del trabajo pasadas las 9 pm. Sus 50 años y su divorcio no le pesaban tanto
como los pies, y lo único que quería hacer era relajarse.
Descorchó un vino de poca calidad y se sirvió más de media copa. No tenía energía para preparar la cena, así que se limitó a encender la televisión. Mientras se recostaba en un sillón blanco y mullido, miraba con indignación la situación de los refugiados sirios, preguntándose cómo habíamos llegado hasta ahí.
El sueño le fue ganando y de pronto se encontró en un lugar que supo que era el cielo. Él era Dios y podía manipular los artefactos que le permitían controlar el espacio y el tiempo desde su trono blanco y mullido. Tomó el elemento con forma de triángulo y dando sólo un par de vueltas a las agujas volvió unos días en el tiempo y miles de refugiados estaban de vuelta en su país. Sólo necesitó evitar aquel terrible atentado, tomando la vida de un puñado de terroristas.
Sin razón que lo impidiera, tocó el mapa en la zona de París, haciendo caer aquella icónica estructura de metal.
La música del noticiero lo despertó a tiempo para enterarse de la primicia: “la torre Eiffel había caído”.
Descorchó un vino de poca calidad y se sirvió más de media copa. No tenía energía para preparar la cena, así que se limitó a encender la televisión. Mientras se recostaba en un sillón blanco y mullido, miraba con indignación la situación de los refugiados sirios, preguntándose cómo habíamos llegado hasta ahí.
El sueño le fue ganando y de pronto se encontró en un lugar que supo que era el cielo. Él era Dios y podía manipular los artefactos que le permitían controlar el espacio y el tiempo desde su trono blanco y mullido. Tomó el elemento con forma de triángulo y dando sólo un par de vueltas a las agujas volvió unos días en el tiempo y miles de refugiados estaban de vuelta en su país. Sólo necesitó evitar aquel terrible atentado, tomando la vida de un puñado de terroristas.
Sin razón que lo impidiera, tocó el mapa en la zona de París, haciendo caer aquella icónica estructura de metal.
La música del noticiero lo despertó a tiempo para enterarse de la primicia: “la torre Eiffel había caído”.
ANÁLISIS:
Por Calderón, Gerard, Verón, Teves, Mengochea, Acosta.
Al comienzo de la historia podemos notar un
espacio realista, con un único personaje sin descripción desarrollada donde no
se ve evolución alguna. Comienza con este personaje casi durmiéndose frente al
televisor, empieza a tener un sueño donde él es “Dios” y tiene efecto en
cualquier cosa que toca.
Al despertarse ve en la televisión los
efectos que él causa en su sueño, reflejados en la realidad, generando una duda
en el lector, sobre la realidad del sueño, si este era realmente uno o si fue
pura coincidencia. El autor usa como recurso la literatura de pasaje para crear
esta duda. La historia cuenta con un discurso breve lo que pasa en un tiempo,
como de una noche.
Realmente me gusto y comprendo fácilmente la intencion de estos autores, que obviamente, es dejarme con duda; por ejemplo la parte en la que el hombre despierta y su sueño de habia hecho realidad, solo que él no lo habria provocado. Muy entretenido y , reitero, de facil comprensión.
ResponderEliminar