lunes, 5 de agosto de 2013

Ensayos

¿Qué mejor que tomar partido para que las cosas cambien?


En este ensayo me gustaría tratar de resaltar la cara oculta de la discapacidad. Además, reflexionar sobre las creencias, afirmaciones y prejuicios que socialmente encierra este concepto y valorar a las personas que la padecen. A través de la Historia, la discapacidad se ha visto como una catástrofe, no solo para quien la padecía, sino también para su familia o para las personas cercanas a esta; en el siguiente texto trataré de replantear la conceptualización y que los lectores cambien su perspectiva o al menos duden de ella.

En este ensayo, relacionaré la discapacidad con los cuentos: "Pobrechico", "Después del almuerzo", "Final del juego", "La casa cerrada" y "La jaula", ya que en cada uno se relata una forma distinta de verla, en diferentes épocas y con diferentes pensamientos.



En un principio, me gustaría comenzar denominando a lo que la sociedad llama discapacidad:

“Es la restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma que se considera normal para el ser humano. La discapacidad se caracteriza por excesos o insuficiencias en el desempeño de una actividad rutinaria normal.”

Fuente: http://www.nl.gob.mx/?P=info_discapacidad

A partir de esto, podemos decir que la sociedad se basa en un concepto de “normalidad”, el cual no es posible definir, pero se “sabe” que las personas con discapacidades no entran en el mismo. Pero… ¿Por qué excluirlas? ¿Por qué ocultarlas? ¿Por qué en muchos casos son una deshonra? Todas estas preguntas están relacionadas directamente con la mentalidad de las personas, que se construye en aquello que llamamos sociedad. Por eso, para poder lograr un “nosotros” basándonos en la igualdad, la comunidad lo que en realidad tiene que modificar son sus pensamientos

En el caso de “Pobrechico”, podemos apreciar la mala conducta de la familia al tratar de ocultar a este pequeño que nació diferente, con la excusa de que el sol o el viento le hacían daño. Se ve cómo todos le tienen lástima y hablan del mismo, pero nadie quiere sacarlo a pasear, dejarlo ver a su hermano o apenas abrir las ventanas y prender las luces.

Por razonamiento común, sabemos que esta diligencia no está bien ¿Por qué esconder a un hijo? ¿La vergüenza de sus padres afectará al pequeño “no perfecto? ¿Qué sentirá al descubrir que su familia no lo reconoce como un miembro más? En particular, no comprendo la conducta de estas personas que excluyen a los demás creyendo ser “normales” sin tener en consideración la inexistencia de una clara definición del concepto. Desde mi punto de vista, situándonos en la actualidad, quienes discriminan son ignorantes, ya que no reconocen los derechos que existen para todas las personas y si alguien se cree perfecto está muy equivocado, porque la perfección NO EXISTE.

En el relato se destaca la actitud del pequeño hermano que no comprende por completo la situación, al cual no le interesan aquellas diferencias que tiene “Pobrechico” con respecto a él; si no que, lo que realmente quiere es jugar con él y convertirlo en un miembro más de la familia, lo cual logra luego de animarse a entrar en el cuarto del niño y abrir todas las ventanas. Así les da a sus padres, abuelas, tíos, vecinos, etc. una gran lección, haciéndoles ver lo hermoso que era “Pobrechico” a la luz y permitiéndoles comprender que ocultarlo no estaba bien. A partir de esto, se podría suponer que con la ayuda de todos los seres queridos, “Pobrechico” va a tener una mejor contención, lo que le permitirá mayores posibilidades y una lucha constante para poder generar la igualdad.

A mí, en particular, me fascinó el comportamiento del hermano, a quien no le importaban esas diferencias y me parece que es un muy buen ejemplo que debería destacarse en la actualidad, ya que si todos pensáramos igual, la inclusión de personas con discapacidades podría lograrse con mayor rapidez y eficiencia. En la actualidad, hay muchos casos similares, no en la cuestión de ocultar a un pequeño sino en el de sentir orgullo por este, dedicarle el tiempo que necesita, luchar por los derechos que posee y demás actitudes que producen que estas personas se sientan mejor debido al gran apoyo que reciben de sus seres queridos, los cuales le ofrecen un mejor futuro; hay que hacer énfasis y “copiarse” de estas acciones, con el objetivo de lograr la igualdad.

Por otro lado, tenemos “Casa cerrada”. El mismo es un relato muy cruel con un desenlace espantoso ¿Por qué ocultar a una persona? ¿Por qué acabar con su vida ?¿El asesino se sentía superior y por eso lo mató? ¿Hay que asesinar a todo aquel que es diferente? ¿Por qué? ¿Con que propósito? ¿Molesta? ¿Por qué sentir vergüenza por el prójimo y no mirarnos a nosotros mismos? Estas y miles de preguntas me surgieron durante la lectura…

En resumen, es la historia que comienza con el llamado de atención que le produce, al narrador, la “casa cerrada” que se ubicaba en su vecindario. Años después al iniciar la guerra, él se convierte en soldado y la casa a su vez se transforma en un lugar estratégico para atacar a los oponentes. Al entrar y comenzar a recorrer la propiedad, descubre el verdadero secreto, allí se ocultaba un ser “deforme” que provocó que esta familia viviera encerrada. Al verlo, decide acabar con su supuesto calvario de estas mujeres, dando por finalizada la vida de esa persona. En un principio, se destacan las malas ideas de la madre y las hermanas que cierran la propiedad por vergüenza al niño, con el propósito de ocultarlo y hasta se produce una deficiencia de poder deducir si es un objeto o un sujeto (como en el caso de “Después del almuerzo”).

Particularmente me causa mucha tristeza esa idea y más cuando aquel combatiente acaba con su vida sin ningún propósito, creyéndose “Dios” de alguna manera ya que decidió si esa persona debía o no seguir con vida.

“…Ya lo comprendía todo. Ya poseía el secreto de la casa cerrada, de la prisión de esas mujeres jóvenes y bellas, a quienes el feroz orgullo materno obligaba a encarcelarse para que nadie supiera que yo sabía…”

“…cualquier hombre hubiera hecho lo que yo hice…”

Fragmentos extraídos de “Casa cerrada”, Manuel Mujica Láinez, corpus literario de 5to.

En estos fragmentos se evidencia la perspectiva del asesino al descubrir el secreto de aquella familia: el por qué del encierro, y la necesidad de arrancar las puertas de esa casa, de dejar en libertad a esas mujeres. Solo con un disparo bastaba y eso hizo, cargando en su conciencia con la muerte del “monstruo”. Razón por la cual, el relato es narrado como una confesión de este hacia el “padre” en búsqueda del perdón de Dios por el horripilante acto que había llevado a cabo. Pero la pregunta sería ¿si él se iba a arrepentir en un futuro… por qué lo hizo? Solo el protagonista conoce la respuesta, pero el asesinato a sangre fría no era una opción.

Como último ejemplo aludiré al cuento: “La jaula”, relato que guarda una gran similitud con “Después del almuerzo” ya que los personajes se ocultan debido a los prejuicios de la sociedad, pero también se relaciona con “Casa cerrada”, con la diferencia de ser vista la historia desde otra perspectiva, por diferentes personajes, con un final muy distinto.

En este caso, el narrador está en primera persona, es la voz de alguien con discapacidad. Se cuenta la historia de dos seres que se encuentran y ambos son diferentes para la sociedad, pero iguales entre ellos. Los personajes logran la felicidad al enamorarse, pero optan por la reclusión debido a la vergüenza propia que sentían por su deficiencia y la de su pequeño hijo que había nacido igual a ellos. La trama es triste, ya que una familia debe encerrarse para no tener que soportar día a día los prejuicios que la gente de su entorno haría sobre ellos y por sobre todas las cosas, la fea situación de no ser aceptados.

En la actualidad, podemos convivir con los prejuicios de forma casi natural y esto puede afectarnos o no, pero es preferible que no, ya que las malas opiniones de la gente acerca de nuestro físico o nuestras discapacidades, son muy crueles y pueden dañarnos psicológicamente, por eso no deberían existir… Quienes prejuzgan y señalan, ¿ no se dan cuenta del daño que ocasionan con sus comentarios que “supuestamente” son “sin querer”? Al parecer no, por eso es necesario nuestro capricho en el intento de hacerles tomar conciencia, mencionándoles las consecuencias y también resaltando su no perfección, es decir, que ellos tampoco deberían criticar ya que nadie es perfecto, todos deberíamos contribuir y aceptar que todos somos parte de una sociedad y debemos respetar a cada persona tal cual es, porque todos somos “perfectos” gracias a nuestra autenticidad.



En conclusión, a través de las historias literarias, se pueden apreciar diferentes formas de ver la discapacidad. En algunos casos, considerada una ventaja y, en otros, una deshonra. No obstante, las historias nos permiten reflexionar y llegar a la conclusión de que todos somos iguales y las diferencias no deberían existir entre nosotros, porque todos formamos parte de una sociedad que coexiste en un mismo planeta y posee los mismos derechos.

Por eso, el objetivo de este ensayo fue exponer la realidad de estas personas “distintas”, ayudando a que todos recapaciten teniendo en cuenta los aspectos que tenemos en común y no en lo contrario.

Nadie, es decir, ninguna persona debería ser excluida por ser diferente, como nadie tampoco puede creerse superior que los demás, porque la superioridad no existe; y mucho menos las personas que poseen diferencias no voluntarias deben ocultarse para no ser discriminadas, ya que la verdadera diferencia existe entre “el poder hacer” y “lo que una persona cree que puede hacer”. En muchos casos, puede que la discapacidad genere un degrado o limitación de capacidades de actuar para la persona que la tenga, pero se debe tener en cuenta que “uno nunca sabe qué puede hacer hasta que verdaderamente lo intenta”.

Se espera que luego de la lectura se haya podido lograr algún cambio en los pensamientos del lector y que el mismo, trate de luchar día a día por las personas que no pueden defenderse por sí solas que , en general, son las más afectadas en nuestro entorno cotidiano. El tema de la discapacidad debe ser abordado cada vez por más gente que reflexione y amplíe su mirada, hasta que todos tomemos conciencia y hagamos algo por modificar los prejuicios; intentemos conocer a cada ser antes de juzgarlo por algo que no es. 



Bibliografía:
Cortázar, Julio "Después del almuerzo”- "Final del juego"
Mujica Láinez, "La casa cerrada"
Valentino, Esteban "Pobrechico"
Villafañe, Javier " La Jaula".

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